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lunes, 1 de junio de 2009

OCHO DE ESTOS SE GUARDO LA OFI DE LA LIGA SALTEÑA DE FUTBOL


La plata que OFI no devolvió

¿Por qué la Liga no patea el tablero?

Desde Salto/ Eleazar Silva

La Comisión Directiva de Deportivo Artigas que preside el Cnel (R) Oscar Roca, elevó el petitorio a la Organización del Fútbol del Interior. Después de la introducción en tema, donde describió aspectos reglamentarios, la entidad salteña reclamó su parte de dinero remitido al organismo, como consecuencia de la impugnación a la elección de presidente y vice en la Asamblea Anual Ordinaria.

Válido recordar que seis clubes salteños marcaron la invalidez de lo actuado, desde el momento que "no se obtuvieron los dos tercios reglamentarios", al decir de quienes pasaron a rubricar su posición opuesta.

El Tribunal Arbitral se declaró incompetente para fallar.
Pese a ello, determinó que los algo más de 8.000 pesos que implicó el trámite, no se devolviera a los clubes patrocinantes del reclamo, permaneciendo en las arcas financieras de OFI.
Deportivo Artigas manejó argumentos para que se devolviera el importe.

De los seis clubes, solo Deportivo Artigas puso el grito en el cielo.
Es del caso preguntarse: frente a una situación de este tenor, por qué la Liga Salteña de Fútbol no produce el reclamo?.
Acaso, esos seis clubes no son parte de la Liga, más allá de la postura contraria a la elección de presidente y vice?.

LA DESNORTEADA VERSION

No es lógico que la Liga vigorice su imagen a partir de actitudes de resistencia y rechazo, frente a quien revela un tangible y descorazonado (para sus víctimas) afán recaudador?.

No es lógico que irrumpa, aunque más no sea un retacito de solidaridad a partir de un corporativismo bien entendido y aplicado?.

No es posible alterar la pisada y que de una vez por todas, OFI admita que algunos de sus socios (ligas) aborrecen determinados procedimientos?.
A veces esas mismas Ligas se asemejan a una desnorteada versión de mansos corderitos, mientras allá por el sur, los tentáculos de un pulpo solo apuntan a pesar y pisar, con el derecho a cuestas, de sentirse libremente impune.

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