Desafiliación y Violencia: Dos temas Vitales Para el Fútbol
La Liga de Mercedes tendrá en sus dos divisionales temas de delicada dilucidación tras los hechos de violencia que se generaron el sábado y la desafiliación que ronda sobre Once Corazones, poniéndole desafíos al propio reglamento.
Como se sabe, al cumplir el pasado viernes su tercera ausencia a la obligada presentación a su respectivo compromiso, Once Corazo- nes quedó técnicamente imposibilitado de continuar compitiendo en todas sus divisionales.
Difícil Situación del Club Once Corazones
El panorama se complica más para la institución de calle Rodó, ya que el pasado viernes repitió la no presentación, esta vez en categoría sub 15 ante Rovers.
El documento del encuentro entrará oficialmente en la próxima sesión de la Divisional "B".
Luego pasaría a la Liga mayor, donde automáticamente al aplicarse el reglamento por la 3era. no presentación, pierde la categoría, por lo que no podría continuar participando de los torneos.
Le quedarían cinco encuentros de sub 15 y toda una rueda de sub 18.
Para que el club pueda participar en la próxima temporada, deberá abonar 50 UR más todas las multas de los encuentros que faltan y la cuota de afiliación, de las que sólo lleva pagas 3 de las 10.
Otra Vez la Violencia
Lo ocurrido el sábado en el entorno del Estadio Amy de Independiente también será motivo de un profundo análisis a la luz de la investigación policial que se viene desarrollando y que tendrá su instancia más importante a partir de hoy lunes cuando se tomen declaraciones a todos los sectores involucrados.
Se parte de un problema y es que al haber sucedido los hechos fuera del partido y no estar presentes los jueces que aparentemente se encontraban en el vestuario, no hay denuncia oficial ni quedó estampado en el formulario ningún hecho anormal.
Todo se basará en testimonios aportados por personas que vieron parte o todo lo que sucedió después que un sector de la hinchada de CLMC agrediera a Nicolás Castro, un familiar de uno de los jugadores de Independiente que durante el partido había tenido un intercambio de agravios con los hinchas.
El partido había finalizado 2-2 tras un trámite considerado «normal». Si bien parte del público se retiró, un sector de la hinchada prefirió esperar dentro del recinto, tras el intercambio de palabras con el jugador rojo que demoró en salir.
Pero, un familiar suyo que estaba acompañado de su esposa y su hijo, intentó mediar, recrudeciendo la violencia allí, resultando atacado furiosamente con las consecuencias conocidas (grave lesión en la cabeza y en la cara) que determinaron su traslado al Hospital Mercedes en un móvil policial.
El caso Nicolás Castro tiene connotaciones especiales por haberse registrado en un partido de Sub 18, donde precisamente al igual que ocurre en las otras divisionales inferiores, el fútbol pretende cuidar todos los valores que hacen a lo mejor del deporte.
La violencia se sigue trasladando y abarca áreas inesperadas, lo que no sólo preocupa a la policía, sino a las autoridades de la Liga que en ocasiones anteriores han compartido esa inquietud entre delegados y neutrales.
Este nuevo episodio será merecedor de algunas otras medidas que algunos clubes han dicho que piensan proponer y que de alguna manera buscarán ponerle coto en razón de que la temporada del círculo superior está recién comenzando.
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