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viernes, 9 de octubre de 2009

HASTA LOS SOCIOLOGOS SE METIERON EN EL PARTIDO DE MAÑANA DE ECUADOR CONTRA URUGUAY

El cambio de mentalidad no se limita al fútbol

Para el sociólogo Enrique Santos gracias a los triunfos de la selección, el ecuatoriano está más convencido de los éxitos en otros campos. La Tri sigue siendo un referente de unión para la ciudadanía.


Ecuador jugará mañana un partido vital ante Uruguay. A diferencia de las eliminatorias anteriores, esta ocasión es más complicado llegar al Mundial. ¿Pero en el imaginario del ecuatoriano sigue presente el ‘Sí se puede’?

Efectivamente, este es el proceso eliminatorio más complicado de los últimos tres, porque ahora los dos últimos partidos son muy importantes para clasificarse.
Pero es evidente que el desempeño último de la Selección y el hecho de vencer a equipos poderosos como Argentina generan una expectativa que en el imaginario popular hacen suponer que las posibilidades de clasificación son exactamente iguales a las que teníamos hace cuatro u ocho años.


¿Qué elementos cambiaron en la mentalidad de los ecuatorianos para pensar que el país sí puede? Básicamente la mentalidad es positiva porque nos orienta al triunfo, y no hablamos solo de la hinchada, pues en estos momentos la mayoría de ecuatorianos apoya a la Selección aunque no sea un seguidor del fútbol.

Antes de la primera clasificación esa presión actuaba en menoscabo en la mentalidad del futbolista mientras que en los últimos años ese optimismo masivo se ha vuelto positivo. Quizá los jugadores hicieron a esa presión parte de su fortaleza e impulso.
¿Se puede decir que los logros del combinado nacional hicieron que pasemos de un ‘Sí se puede’ a una especie de ‘siempre se podrá’? Esa es una buena lectura y actúa en dos sentidos.

El lado positivo es que nos hace comprometer y llegar a niveles de rendimiento más altos porque hay un compromiso con la historia: el de clasificarse aunque el plantel se haya renovado casi por completo. Es decir, ya llegamos a dos mundiales y no podemos salir de esa élite.

Pero por otro lado es un tema que se debe manejar con cuidado, los medios por ejemplo deberían mostrar todas las alternativas, incluso los peores escenarios y destacar temas como el nivel de juego.
¿Por qué está aquí? Su experiencia. Director de Posgrados de la Univ. Católica de Guayaquil. Es Sociólogo y Antropólogo.

Su punto de vista. Gracias a los triunfos de la selección, el ecuatoriano está más convencido de los éxitos en otros campos. La Tri sigue siendo un referente de unión para la ciudadanía. ¿Podríamos hablar de que este cambio de mentalidad se ciñe solo al fútbol o llegó a otros campos? Se ha contagiado a otros campos en los que hemos recuperado mucho de nuestro orgullo.

En el deporte está el atletismo con los éxitos del marchista Jefferson Pérez, no como individuo sino como el inicio de un proceso.
Y fuera del deporte. Fuera de ese ámbito también hay aspectos en los que el ecuatoriano ha recuperado su orgullo y creo que uno de ellos es la migración.

Además de los efectos negativos que este fenómeno causa por la separación familiar, la migración nos ha mostrado que también se puede protagonizar historias de éxito y que cuando hay contextos favorables la gente sabe cómo explotarlas a su favor. En lo político también hay avances, pues la gente discute más sobre política y sus procesos, independientemente de que está a favor o en contra del Gobierno, lo importante es que se involucra.


Los recientes paros de los indígenas y de la UNE mostraron que hay fuertes diferencias de criterios en el país. ¿Cree que la Selección sigue siendo uno de los pocos elementos referentes de una unidad nacional? Me permitiría pensar que aunque dentro de la Selección se hace caso omiso de las diferencias raciales y sociales, eso no quiere decir que sea algo extendido a la sociedad.

El racismo aún persiste y hemos visto vergonzosos ejemplos de futbolistas menospreciados y tildados de sospechosos por su condición de afroecuatorianos. Recordemos lo ocurrido en un restaurante de Guayaquil. Talvez hablamos de una unidad mucho más coyuntural que se muestra cuando hay partidos.
Sin embargo, logra unir a la hinchada sin importar sus preferencias u origen…

No es un fenómeno exclusivo del país, es característico de los deportes colectivos que despiertan pasiones en los pueblos como el fútbol, que quizá es el de mayor referente. El éxito futbolístico, a nivel de selección, puede zanjar temporalmente las diferencias, por ejemplo, entre las comunidades belgas, las etnias iraquíes o las hinchadas de Boca Juniors y River Plate, en Argentina…


La hinchada no logra una empatía con el técnico Sixto Vizuete, ¿acaso no valoramos el talento ecuatoriano?
La nacionalidad del técnico no influye, más bien es su personalidad. Él no se caracteriza por la locuacidad de Draskovic o el ‘Bolillo’, o las expresiones cerebrales y persuasivas de Maturana o Luis Suárez. Él tiene un perfil bajo.

fuente: el comercio de ecuador

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