HUMILLACIÓN EN CASA URUGUAY SIGUE QUINTO PESE A CONTINUAR PERDIENDO PUNTOS EN CASA
Brasil le da una paliza histórica a Uruguay: 0 - 4
Cruel resultado en casa que obliga a la selección a, una vez más, salir a buscar fuera de casa los puntos que se pierden en el Centenario
Una tarde fría y un espectáculo terrible fue la injusta recompensa que recibió la gente que colmó esta tarde el estadio. Brasil aprovechó los errores celestes –ninguno peor que el de Viera para el primer gol- y se llevó una goleada por 4 a 0 de una cancha en la que no ganaba desde hace 33 años.
No hay suficientes palabras para describir lo doloroso del encuentro de hoy. El fútbol puede ser hermoso pero también cruel y hoy lo fue sin miramientos con la parcialidad uruguaya.
Ocho minutos demoró el supuesto clásico en venirse abajo. Sebastián Viera se devoró un gol increíble, de esos con los que se confeccionan los videos de bloopers. El arquero del Villarreal calculó mal el pique de un tiro lejano de Daniel Alves y, además, falló en utilizar la técnica correcta –colocar el cuerpo en el camino del balón- para ver como la pelota se le escapaba por sobre sus brazos y besaba con suavidad la red de su arco.
El arquero se desplomó sobre sus rodillas y con él lo hizo todo un estadio.
Más que un gol fue una señal.
Ese tanto a los ocho minutos condicionó el encuentro, pero pudo haber sido recuperado si la selección hubiese aprovechado las ocasionales situaciones de gol que generó durante el primer tiempo.
Uruguay quedó sacudido con el gol y apenas encontró caminos hacia el arco rival. Eguren probó con un buen cabezazo y Suárez con un centro rastrero, pero hubo poco más. Sin ninguna ayuda de sus compañeros, con excepción de la entrega del "Malaka" Martínez, Forlán estuvo lejos de la Bota de Oro mientras que Suárez hizo tantas de cal como de arena.
En esa impotencia celeste, Brasil creció y apareció un nuevo error del fondo. La zaga se quedó congelada en un corner que Juan cabeceó y Viera logró despejar. Sin embargo, llegó otro centro y la defensa no aprendió la lección: volvió mirar a Juan cabecear solo. Esta vez Viera se equivocó al salir tarde y Brasil festejó su segundo gol.
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