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viernes, 20 de febrero de 2009

EL TRIBUNAL DE OFI ESTA EN EL OJO DE LA TORMENTA

La continuidad sanducera está en duda

Paysandú y Salto esperan con expectativa lo que pueda suceder en el ámbito de OFI tras el vergonzoso y abrupto final del clásico entre las selecciones mayores.
La primera semifinal del Litoral Norte no llegó a su fin ante la batalla campal cuya mecha fue encendida por Emilio Silva, jugador salteño que le propinó –tras ser expulsado—un golpe de puño al sanducero Julio Martínez cuando éste estaba de espaldas.

La reacción de Silva, que quiso llevarse a algún sanducero a cuestas tras su expulsión, derivó en una gresca generalizada que determinó la suspensión del partido por parte del árbitro, incidiendo además los dos proyectiles (trozos de hormigón de la impresentable Tribuna Oeste del Estadio Artigas) tirados a la cancha por algunas de las personas que, insólitamente, tuvieron ingreso a un sector supuestamente inhabilitado.

El árbitro estampó en el formulario solo haber expulsado a Silva, pero se aclaró posteriormente la expulsión de otros tres jugadores por cada bando, que fueron individualizados por la terna, que increíblemente no denunció situaciones claras que fueron apreciadas no solo durante el pleito sino que se reflejaron totalmente en las imágenes televisivas del compromiso.

Los veedores técnicos enviados por OFI a este partido, así como el veedor del compromiso, Ruben Sosa, y el consejero guichonense José Luis Azeves, serán determinantes para saber qué sucederá con la disputa de los 40 minutos restantes del partido. De aquí en más todo se traduce en un gran signo de interrogación.

Salto llegó a sacar el partido, encontró la reacción del local y su objetivo podría ser alcanzado. En lo previo podría decirse que el pico debería jugarse, pero habrá que ver cuál es la decisión de OFI una vez estudiados los informes.

Tras lo sucedido, allegados al plantel sanducero comenzaron a pensar no solo en los minutos que tendrían que disputarse, sino en la revancha en lares salteños. Minutos después de suspendido el partido el viaje a Salto estaba en duda, ya que varios padres de los jóvenes integrantes del plantel sanducero anunciaron estar en desacuerdo con la participación de sus hijos en el equipo que debería jugar en el Dickinson, más allá de que no sea mañana como estaba estipulado en primera instancia.

Anoche, en la Liga de Fútbol se finalizó de redactar el descargo sanducero para ser enviado a OFI, mientras que se barajó la posibilidad no solo de no viajar a Salto sino además de retirarse del torneo.

La primera semifinal del Litoral Norte se truncó en forma sorpresiva, pese a un par de situaciones generadas por los salteños en el primer tiempo adentro de la cancha --agresiones no castigadas por los árbitros--, y cuando finalizó esa primera parte desde el banco. Ahora se espera una decisión de OFI, mientras Artigas aguarda por la final y se prepara con tiempo para afrontar –cualquiera sea su rival— a un plantel diezmado.

PODRÍA HABER PROCESADO
Si bien no es una determinación que pase por la Organización del Fútbol del Interior, la gresca protagonizada por jugadores de Paysandú y Salto puede generar la intervención de la Justicia.

En tal sentido, vale indicar que la Ley del Deporte está plenamente vigente y contempla duras sanciones a quienes son protagonistas de hechos de violencia, en este caso los jugadores. Así, podría suceder que alguien vinculado a la Justicia actuara de oficio o bien se presentara alguna denuncia al respecto, lo que podría contemplar algún procesamiento.

“Es cierto, la Ley está vigente y se puede aplicar en cualquier momento”, dijo el presidente de OFI, Gabriel Rodríguez.

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